Itzury Cruz


La isla de Cuba está desarrollando 4 posibles vacunas contra el COVID-19, dichas vacunas están siendo fabricadas para controlar también las nuevas cepas del virus. Soberana 01, Soberana 02, Mambisa y Abdala, son los nombres de las vacunas que están en experimentación. La más avanzada es Soberana 02, la cual está en la fase II, muy próxima a pasar al siguiente nivel con buenos resultados.


El bloqueo económico a Cuba, orquestado hace ya 59 años por Estados Unidos, ha imposibilitado obtener material, aparatos, equipos y tecnología suficiente para que la investigación sea más rápida, se completen las fases y las vacunas sean producidas en masa para su venta al mundo.


Hasta hace poco sólo las grandes farmacéuticas como Pfizer-BioNTech de Estados Unidos y Astra Zeneca de Reino Unido, habían tenido la aprobación de la Organización Mundial de la Salud para la comercialización del producto, pero no son las únicas. En noviembre de 2020 la OMS aprobó la Soberana 02 en su lista de medicamentos para erradicar el virus, reconociendo la labor del Instituto Finlay en Cuba, cuyos resultados muchos no creían por ser “demasiado bueno para ser verdad”.


La isla caribeña ha podido apuntalar las investigaciones a nivel mundial en la búsqueda de la cura. Por si lo anterior fuera poco, el gobierno socialista tiene en su portal de internet todas las investigaciones de forma gratuita como una forma de socializar los avances científicos para cuidar la salud y la vida.


Cuba fabrica más del 60% de las vacunas para sus campañas de inmunización. Muy posiblemente aplique la vacuna contra el COVID-19 a la totalidad de su población durante el primer semestre del presente año 2021.
Países como Australia, Brasil, Italia, Libia, China o Namibia han cooperado desde las ONG’s y proyectos de gobierno a las instancias de biotecnología cubanas, esto para que puedan completar la fase II y III de sus cuatro vacunas candidatas. Incluso, debido a la bajísima tasa de contagios en Cuba, Irán se ofreció a poner en práctica el desarrollo de la fase III de Soberana 02, vacunando a miles de personas contra el COVID-19, por su parte, Suiza que ya tenía trato con Astra Zeneca, renunció a su vacuna por falta de información y decidió apoyar a Soberana 02 por su probada eficiencia.


Cuba, es la prueba más admirable y cercana, de lo que un gobierno libre, soberano, socialista, del pueblo y para el pueblo, puede hacer. A pesar del bloqueo, Cuba ha buscado cooperar con otros países para enviar médicos, medicina y vacunas.


En estos momentos de crisis es cuando más claramente podemos apreciar el carácter inhumano del capitalismo. Las grandes farmacéuticas usan sus vacunas para comercializarlas con aquellos países que tienen los recursos suficientes para adquirirlas, no les interesa que en los países pobres sigan muriendo miles o millones de personas.

La salud, dentro del capitalismo en su fase neoliberal, es sólo otro privilegio de quienes pueden pagar por ella. Por eso las hazañas del pueblo cubano son imprescindibles para vislumbrar la construcción de una nueva sociedad, en donde la salud sea un servicio completamente gratuito y popular. Las lecciones del Comandante en Jefe Fidel sobre la ponderación del desarrollo de la medicina en vez de la guerra son los pilares que ahora sostiene el avanzado sistema de salud de la isla caribeña.