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En Nayarit ya hay más de 2 mil 200 casos acumulados por coronavirus, los hospitales están a su máxima capacidad, ha muerto un médico de Santiago Ixcuintla y casi el 50% del personal de salud se ha contagiado por SARS-CoV-2.
El gobernador del Estado, Antonio Echevarría García ha externado en diversas ocasiones su preocupación por el aumento de los pacientes y por el colapso de las instituciones de salud. Asimismo, ha reprobado que las y los pobladores no sigan las medidas de prevención. Sin embargo, información reciente ha puesto en tela de juicio el papel del gobernador durante la pandemia.
Según un oficio del Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (INSABI), desde el mes de abril del año en curso, se entregó al gobernador Echeverría y al Secretario de Salud de la entidad, Raúl Santiago López, 32 mil 184 equipos de protección contra el COVID-19 para el personal de salud, 2 mil 967 lotes de medicamentos, 1,530 equipos de diagnóstico y laboratorio, así como 430 insumos para higiene de manos y desinfección, dando como resultado un paquete con 37 mil 111 productos. Los cuales nunca fueron repartidos al Sector de Salud.
El documento proporcionado por el INSABI confirmó las denuncias del Secretario General del Sindicato de Trabajadores de la Secretaria de Salud, José Luis Medina. Quien, desde los últimos meses, ha manifestado que el gobierno del Estado ha recibido toneladas de recursos y de manera irresponsable no los ha entregado al personal médico.
El desvió de los recursos destinados al área de la salud de Nayarit, ha puesto en riesgo la vida de todo el personal médico y sus familias. Además, ha ocasionado el desbasto de materiales y medicamentos para tratar a los pacientes de coronavirus.
El crimen orquestado por el gobernador Toño Echeverría y por el secretario Raúl Santiago merece castigo. Sus fechorías que han contribuido a la muerte de la clase trabajadora no deben quedar impunes.
¡Castigo a los culpables!
¡No pagaremos con nuestra salud sus ganancias!