Moctezuma Madrigal
Recientemente el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX) publicó que la capital del país sólo tiene garantizado el abasto de agua hasta 2019, a esta urbe, se suman otras ciudades alrededor del mundo de acuerdo al Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos, publicado en febrero de 2018: Los Ángeles, Melbourne, Bangalore, Ciudad del Cabo, Sao Paulo, Pekín, Chennai, El Cairo, Yakarta, Miami, Moscú, Tokio y Londres.
El problema de la escasez de agua no es propio de una ciudad o un país, es un problema mundial, y podríamos calificarlo como la consecuencia del modo de producción hegemónico a nivel mundial, el capitalismo.
El capitalismo, concentra y centraliza riqueza, a partir de la ampliación de sus formas de acumulación, intensificación de sus mecanismos de explotación del trabajo y profundizando su dominio sobre la naturaleza, acarreando con ello la destrucción de nuestras vidas. El agua no escapa a esa apropiación, de acuerdo a la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) en 2016, entre el uso agrícola (68.23 por ciento) y el uso industrial (7.41 por ciento) acaparan más del 75 por ciento del consumo de agua en el país, mientras que el uso público es apenas el 14.52 por ciento.
Esta situación, sumada a otros factores como urbanización, sobreexplotación de acuíferos, destrucción de las zonas de recarga de agua, modificación de cuencas, apropiación de pozos de agua, cambio climático, entre otros; ha traído consigo el escenario catastrófico que hoy vivimos.
Para el presente artículo solo analizaremos dos factores, que pueden aplicarse a cualquier ciudad.
1. La sobreexplotación de los acuíferos. En el caso de la Ciudad de México, casi un 70 por ciento de su consumo de agua proviene de los acuíferos, que son una capa de agua subterránea. Las ciudades se asientan sobre ellos y la mancha urbana crece sobre sus zonas de recarga, esto debido a que el crecimiento urbano es motivado por la especulación inmobiliaria. De acuerdo a datos del SACMEX los acuíferos de la Ciudad de México son sobreexplotados por unos 591 millones de metros cúbicos anuales, superando la cantidad de agua que se filtra al acuífero.
2.- Crecimiento descontrolado. Todas las ciudades del mundo son presas del crecimiento descontrolado, motivado por la especulación y la ganancia. Muchos desarrollos urbanos se construyen sobre lo que antes eran terrenos rurales o boscosos, que servían para la filtración de agua a los acuíferos.
La actual crisis de agua es prácticamente invisible para sus generadores; en las zonas donde más se desperdicia, comerciales y residenciales de alto poder adquisitivo tienen agua 24 horas los 7 días de la semana, mientras que las colonias populares reciben agua por horas y solo algunos días.
La solución que ofrecen los generadores de la crisis del agua, es su privatización, transformando el líquido vital en una mercancía más al servicio de los que puedan pagarla.
Las empresas nacionales e internacionales han optado por la apropiación y control de los ríos, manantiales y reservas hídricas, para atender a sus intereses ya sean: agronegocios, hidronegocios, industrias extractivas, minería, especulación inmobiliaria, generación de energía hidroeléctrica o el mercado de bebidas.
Actualmente un nuevo negocio nos amenaza, los empresarios quieren controlar los sistemas locales de abastecimiento de agua y alcantarillado, para de esta forma imponer su modelo de mercado y generar ganancias, transformando un derecho históricamente conquistado por el pueblo en un bien más de consumo.
Empresas como Nestlé, Coca-Cola, Pepsico, Monsanto, Bayer, apoyadas por los organismos internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, son sus principales beneficiarias.
En nuestro país, municipios como: Ramos Arizpe y Saltillo, Coah..; Puebla, Pue.; Veracruz y Medellín, Ver.; Aguascalientes, Ags. y Cancún, Q. Roo, han privatizado sus organismos de agua. Esta situación ha traído consigo abusos en las tarifas, incremento de fugas, falta de programas de conservación y ahorro de agua, entre otros problemas que enfrenta la población.
La resistencia y las soluciones
En este contexto en nuestro país el 4to Artículo Constitucionalestablece que: “Toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible.El Estado garantizará este derecho… así como la participación de la ciudadanía para la consecución de dichos fines.”
Desde 2012, ha surgido una iniciativa popular de Ley General de Aguas, de la que se pueden resaltarlos siguientes elementos:
- Agenda Nacional del Agua:
Que incluye: Agua para ecosistemas; Agua de calidad para todas; Agua para soberanía alimentaria; Fin a la contaminación; Fin a la destrucción de cuencas y aguas subterráneas; Fin a la vulnerabilidad evitable a inundaciones, sequías y cambio climático; Fin a la corrupción, la impunidad y la criminalización de defensores de agua y territorio.
- Coadyuvancia ciudadana-gubernamental para la planeación y gestión:
- Reemplazar a la CONAGUA con el Consejo Nacional de Cuencas y Agua
- Democratizar a las comisiones estatales de agua y saneamiento.
- Democratizar a los organismos municipales.
- Fortalecer a los sistemas comunitarios.
- Construir Contralorías Autónomas.
- Crear Planes Rectores de Cuenca como instrumentos de planeación territorial en torno a los derechos humanos y de los pueblos.
- Elaborar Planes Municipales y de Alcaldías de la Ciudad de México, de agua potable, alcantarillado y saneamiento vinculante, para asegurar la provisión de los servicios de agua potable y saneamiento por los SAPAS ya sea por sistemas comunitarios/autogestionados o sistemas ciudadanizados.
- Reconstruir el sistema de Derechos a aguas nacionales.
- El agua sería prioritariamente para el uso doméstico y servicios públicos básicos y la soberanía alimentaria, seguido por las prioridades determinadas por el Consejo de Cuencas y Aguas.
- Se restaurarían los derechos de los pueblos originarios y se respetaría la integridad de sus tierras y aguas.
- Generar la Defensoría Pública del Agua y Ambiente.
- Blindar el agua de cualquier tratado o acuerdo de libre comercio.
Estos elementos, son solo algunos de los que incluye la iniciativa de Ley General de Aguas, que actualmente se construye y debemos seguir de cerca.
Finalmente, es meridianamente claro, que la solución pasa por un cambio en el modo de producción capitalista, responsable de la crisis del agua. Una tarea fundamental para las y los activistas es continuar organizando las resistencias urbanas y rurales contra la privatización del agua e impulsar las transformaciones necesarias que hagan realidad nuestro derecho al agua.