Hoy hace 101 años que se fundó la primer Universidad Libre de América, la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, esto como resultado de la lucha realizada durante el periodo de la Revolución Mexicana, es decir, la sed de justicia que clamaron los sectores de la sociedad más pobres, siendo esto lo que provocó entre sus múltiples determinantes que en el estado de Michoacán se creara una institución de nivel medio superior y superior para cubrir las necesidades del pueblo michoacano.

La UMSNH además fue construida bajo los cimientos históricos del siempre emblemático Colegio de San Nicolás, lugar donde cursaron sus estudios miles de personas que enarbolaron el nicolaicismo como corriente identitaria que tiene como esencia máxima un  humanismo que busca mejorar las condiciones de los más desprotegidos.

Entre las personas que sobresalen de ese enorme pasado que tenemos está Vasco de Quiroga, Miguel Hidalgo, José María Morelos, Melchor Ocampo, Isaac Arriaga, María Zambrano, Natalio Vázquez Pallares, Elí de Gortari, Efrén Capiz Villegas y muchas personas más que con sus acciones han contribuido a que tengamos esa historia tan gloriosa de nuestra Universidad.

Después de más de un siglo de vida, podemos asegurar con profundo orgullo que gracias a nuestra Universidad y a su comunidad [estudiantes, las y los trabajadores y profesores, además de las casas del estudiante] millones de personas han logrado terminar sus estudios y mejorar considerablemente sus condiciones de vida.

Sin embargo, no todo es festejo ni color de rosa el día de hoy. Y es que también a través de su historia, la UMSNH ha sido constantemente asediada por las autoridades estatales y universitarias para exterminar su esencia humanista y que nuestra casa de estudios abandone la perspectiva científica, crítica, laica y popular.

Precisamente gracias a esos ataques es que hoy se terminó el dinero para cubrir los gastos que la Universidad necesita para funcionar correctamente. Pues debemos recordar que la UMSNH se encuentra en una crisis financiera provocada por el desfinanciamiento sistemático de las autoridades estatales y federales y por las malas administraciones de las autoridades universitarias.

Esa minoría responsable de esta situación quiere que la comunidad universitaria pague la crisis a través de cerrar los albergues estudiantiles y de eliminar derechos laborales de las y los trabajadores. Por lo tanto, pretenden terminar por fin con la esencia de nuestra casa de estudios.

Esos cuantos se encuentran hoy en este recinto, con su doble moral tratando de recuperar en el discurso el humanismo del que ya hablamos anteriormente, pero al mismo tiempo están aplastando lo poco que queda de éste con sus falsos y endebles argumentos. Ellos son los únicos responsables de la crisis de nuestra institución.

Hoy, ser nicolaita es defender nuestra universidad de esa minoría que nos quiere quitar nuestro futuro, hoy debemos tomar la bandera de todos y cada uno de nuestros antecesores que enarbolaron ese humanismo. Hoy, todos y todas somos Quiroga, Hidalgo, Morelos, Ocampo, Arriaga, Zambrano, Pallares, Gortari, Capiz, hoy todos somos NICOLAITAS.