Trabajadora del Call Center de DISH

A quien no le ha pasado que se siente mal en el trabajo y por supuesto tiene que ir a revisión médica, sin embargo, nos han descontado el día, o no lo cambian por nuestro legítimo día de descanso, un ejemplo de las empresas que hacen esto es DISH y su centro de operaciones telefónicas donde además de que los trabajadores y trabajadores no tenemos prestaciones, estamos bajo régimen flexibilizado, con un contrato que nada nos beneficia como trabajadores y trabajadoras, nos tenemos que aguantar el hambre casi hasta la hora de salida, teniendo solamente 20 minutos para comer y no se diga para acudir al baño, pues sólo podemos ir a lo mucho dos veces al día y tardarnos a lo mucho 10 minutos en una sola vez, si alguno se pasara de estas restricciones se le hostigaría de inmediato y se le amenazaría con des-contarle el día trabajado, pues para el patrón no son prioridad ni siquiera nuestras más humanas necesidades.

Si en DISH no se respetan los derechos humanos del trabajador y la trabajadora, cómo esperan que esta empresa respete los demás derechos que los hombres y mujeres tenemos en la sociedad, cómo esperar que haya una razón humana detrás de estas bestias que acumulan cada vez más riqueza a partir de nuestro trabajo. Contra ellos tenemos que combatir día y a día, empezar a denunciar y empezar a organizarnos, a instruirnos, a tratarnos con solidaridad y fraternidad con los y las demás trabajadores y trabajadoras que están en distintos espacios laborales y por todo el territorio nacional.

Los daños, resultado de los riesgos de trabajo aparecerán a la larga, imagínese, mínimo 8 horas sentado, aguantando una enfermedad por temor a perder los 100 pesos necesarios para la canasta básica, más aguantar la necesidad de ir al baño por temor a perder otros 100 pesos, preferir automedicarse porque no contamos con seguro social, por supuesto que esto tiene consecuencias catastróficas a la larga, ¿pero que creen? A la larga ya no podremos curarnos, porque en DISH no se genera antigüedad, ni puedes aspirar a tener tu propio hogar, no tendrás un fondo de retiro con el cual pagar las enfermedades acumuladas y la propia vida, no habrá jubilación después de todo, y encima de esto son los mismo dueños de esta empresa y muchas las que están impulsando una reforma para dejarnos de plano sin el seguro social, y que con este sueldo miserable paguemos las enfermedades que ellos nos causan.

Trabajadores y trabajadoras que como yo, viven el día a día, basta de quedarnos callados y no alzar la voz, hoy en día otros trabajadores están defendiendo sus derechos dignamente como las y los compañeros de la CNTE, que nos sirva de ejemplo, que unidos reconquistaremos nuestros derechos perdidos cuando se aprobó la reforma laboral, que podemos tener mejores condiciones de trabajo con un salario más alto, donde se respeten todos nuestros derechos vivamos un vida digna y confortable, tenemos derecho a la felicidad. Nosotros compañeros y compañeras, trabajadores y trabajadoras, no tenemos nada que perder, al contrario, tenemos todo un mundo nuevo por ganar.