El artero asesinato de Miroslava Breach y Javier Valdez, el 23 de marzo y 15 de mayo, mostró con suma claridad que los grupos del supuesto “crimen organizado”, no son sino fuerzas paramilitares que el Estado mexicano utiliza políticamente para callar, amedrentar y asesinar las voces críticas contra el régimen.
Los homicidios de más de 36 periodistas en el sexenio de Peña Nieto, es solo una pequeña muestra de la escalada de violencia que padece todos los días el pueblo de México. Con ello se muestra que el gobierno pretende contener el descontento social, así como neutralizar la resistencia y anular la organización popular por medio de infundir miedo, incrementando la represión y el asesinato extrajudicial contra luchadores y activistas sociales. Los saldos de la violencia, que se estiman en más de 90 mil asesinatos, 20 mil desaparecidos y cientos de fosas clandestinas esparcidas por lo largo y ancho del país, son una demostración del régimen de terror con que se gobierna el país. Es por ello que exigir un alto del terrorismo y los crímenes de Estado y justicia para las víctimas, es un compromiso y parte de las tareas democráticas fundamentales de todos los comunistas.
Por otra parte, la agudización de la política desestabilizadora promovida por el imperialismo norteamericano en Venezuela, por medio del financiamiento de criminales grupos opositores, demuestra la implementación de la segunda fase de su estrategia intervencionista -la primera fue la guerra económica-. Ahora, las fuerzas invasoras no esconden sus belicosas pretensiones, lo declaran con cínico descaro. El 6 de abril el almirante Kurt W. Tidd, Jefe del Comando del Sur de los Estados Unidos, informó al Comité de Servicios Militares del Senado, que “la creciente crisis humanitaria en Venezuela podría obligar a una respuesta regional”. A las declaraciones del jefe del Comando Sur, le secunda el servil y nefasto papel del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien desde el organismo imperial por órdenes de Washington, orquesta el aislamiento político de la República Bolivariana para una posible invasión yanqui.
Las tensiones no son solo producto de las declaraciones de diplomáticos y militares fieles al genocida gobierno norteamericano; sus fuerzas armadas, gobiernos títeres de la región y los partidos de la reacción venezolana, hacen preparativos militares para una posible ocupación. Estas acciones van desde la solicitud de las fuerzas antichavistas del MUD, hasta el envío de tanques por parte del gobierno colombiano al municipio fronterizo Villa del Rosario, al Norte de Santander. El ambiente creado por las fuerzas antipatrióticas, injerencistas y reaccionarias en Venezuela, se asemeja mucho al escenario creado en Irak, Libia, Siria y Ucrania antes de los ataques imperialistas.
Pese todo ello, el pueblo venezolano resiste. La Marea Roja chavista ha ocupado sistemáticamente las calles como demostraciones de fuerza y denuncia contra la declaración de guerra del imperio. Además, las fuerzas patrióticas, bolivarianas y revolucionarias se compactan. El 24 de mayo, organizaciones políticas del Frente Popular Antifascista y Antimperialista, -PRT, REDES, PPT, PCV, BRAVO SUR, VOCES ANTIIMPERIALISTA y el MOVIMIENTO GAYONES, entre otras- sesionarán para analizar el devenir de la lucha de clases ante la crisis que atraviesa el país aportando soluciones revolucionarias. Es necesario luchar y manifestarnos contra las agresiones imperialistas contra el hermano pueblo venezolano y repudiar el intervencionismo de la OEA y Almagro en Venezuela.
Pero no solo el pueblo venezolano es muestra de dignidad y lucha. La huelga de hambre de más de 1500 presos políticos palestinos, iniciada el 17 de abril y encabezada por el líder de Al Fatah, Marwan Barguti, ha puesto en la palestra la política genocida y de exterminio de las cárceles sionistas. La resistencia palestina exhibe el carácter cruel e inhumano del régimen israelí, y con ello, los crímenes de lesa humanidad que el gobierno de Tel Aviv, encabezado por el fascista Benjamín Netanyahu, comete en territorio palestino por medio de su política de ocupación y anexionismo ilegítimo.
La huelga de hambre de la heroica militancia palestina, palmariamente muestra la tortura, el terror militar y la violación a los derechos humanos que diariamente Israel ejecuta contra el pueblo árabe. También muestra por enésima vez que los verdaderos terroristas son los sionistas, quienes desde el año 2000 han realizado innumerables incursiones militares y ocupaciones ilegales en tierras palestinas, tanto en la Franja de Gaza como en Cisjordania. Basta recordar la operación ‘Plomo Fundido’ de 2009, que en 25 días dejó mil 300 palestinos muertos, de los que un tercio eran niños; o la operación “Margen Protector” de 2014, que del 6 al 19 de junio, asesinó a 334 palestinos.
Pese al poderío militar de Israel, financiado anualmente con sumas millonarias por Estados Unidos, la titánica resistencia palestina cumplirá 70 años. Casi tres cuartos de siglo de lucha contra la ocupación sionista iniciada en 1948 con el decreto 181/2 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, aprobado en ese año. Son 70 años que demuestran que el pueblo palestino vencerá. ¡Viva palestina libre, reconocimiento ya!
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México, Venezuela y Palestina son distintos escenarios de una misma guerra: la del imperialismo contra la humanidad. En todos los casos, los pueblos resisten y hacen valer la dignidad máxima, mientras más grande es el enemigo más heroica y necesaria es la resistencia de los pueblos.
Por ello es imperativo recordar las bellas palabras del poeta palestino, Mahmud Darwish, que lapidariamente condenan “tu silencio me duele tanto como la vida, tanto como el tiempo. Tus palabras me sostienen tanto como la tierra, tanto como el cielo.”
¡Por la unidad de la clase trabajadora, venceremos!
¡Viva el internacionalismo proletario!
¡Por el derecho de las naciones a la autodeterminación!
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